Nace en La Nava de Béjar, hijo de Jerónimo Díez y de Casilda Hernández
Aunque desconocemos los orígenes de la fundación de Coria como sede episcopal, su existencia está atestiguada desde el año 589; al rubricar entre los asistentes al III Concilio de Toledo: «Iaquintus Cauriensis ecclesiae episcopus». Los límites más antiguos de la diócesis, presuntamente, los habría trazado el rey Wamba en el año 666.
Reconquistada la Medina Cauria, la sede episcopal fue restaurada el 30 de agosto de 1142, pasando a ser sufragánea de la metrópolis compostelana. De este modo, don Iñigo Navarrón se convirtió en el primer obispo tras la dominación musulmana. A la progresiva ampliación de territorios reconquistados, sobrevinieron los conflictos jurisdiccionales y administrativos con la Orden militar de Alcántara. Terminados definitivamente los tiempos de la cruzada para Coria, se iniciaron los de su gradual ordenación y reglamentación. Prueba de ello son las primeras menciones al Cabildo cauriense en el año 1233, sus primeras Constituciones capitulares en el 1315 y el primer Sínodo convocado, en 1331, por don Alfonso II. A nivel espiritual, junto con la vertebración de la red parroquial, muy pronto florecieron en el norte de la diócesis pequeños eremitorios, germen de los futuros conventos franciscanos.
Tras un largo periodo de prelados no residentes, ocupados en los afares del reino castellano-leonés y en las contiendas militares con el vecino Portugal, llegó a la diócesis el auge cultural con don Pedro Ximénez de Préxamo, quien instaló en Coria la primera imprenta de Extremadura. A este prelado debemos la iniciativa de construir la nueva catedral en el año 1496. El reclamo a la santidad vendrá de la mano del testigo fiel del Evangelio que fue san Pedro de Alcántara. Él, mejor que nadie, encarna el valor y la reciedumbre de nuestro pueblo en el ejercicio de la conquista cotidiana del Cielo. Otro Pedro, el obispo García de Galarza, fue quien puso en práctica las disposiciones del Concilio de Trento: promulgó nuevos estatutos para la catedral, visitó la diócesis, convocó 2 sínodos y el 4 de mayo de 1603 fundó el Seminario conciliar de san Pedro Apóstol en la villa de Cáceres. Allí permaneció durante dos siglos, hasta que fue trasladado a Coria, en 1819, por don Jacobo Beltrán.
El obispado estuvo dividido, hasta la celebración del Concordato de 1851, en los arciprestazgos de Coria, Galisteo, Granadilla, Montemayor, Cáceres, Alcántara, Valencia de Alcántara y Vicaría de Garrovillas. Tras dicho concordato, en 1867, la diócesis pasó a ser sufragánea de la Primada de Toledo.
Por Bula del Papa Pío XII, el 9 de abril de 1957, cambia de denominación la Diócesis, pasando a denominarse, Diócesis de Coria-Cáceres. La parroquia de Santa María la Mayor de Cáceres fue elevada al rango de Concatedral. Sus límites actuales quedaron fijados con el decreto pontificio del 20 de julio de 1958.
En 1954, el Seminario Mayor se establece en la Ciudad de Cáceres y el Seminario Menor, sigue en la Ciudad de Coria. En el año 1985, se unen los dos en el Edificio de Cáceres.
Con la creación de la Provincia Eclesiástica de Mérida-Badajoz en 1994, pasó a formar parte de la misma, junto con las diócesis de Plasencia y la archidiócesis de Mérida-Badajoz.
La Diócesis de Plasencia fue erigida canónicamente por el Papa Clemente III, a instancias del rey de Castilla Alfonso VIII, en el año 1189, poco después de la fundación de la ciudad por el referido monarca -ut placeat deo et hominibus-. No se conserva la Bula original, pero su texto íntegro -sin consignarse la fecha- está inserto en otra obra del Papa Honorio III, firmada el 14 de Noviembre de 1221, en la que se confirma la erección de la Diócesis.
El pontificado de Clemente III se extiende desde Diciembre de 1187 a Marzo de 1191, por lo que es evidente que la fundación de la Diócesis de Plasencia tiene lugar entre ambas fechas. Precisando un poco más, tenemos dos datos importantes:
En Junio de 1188 el Papa Clemente III insta a Pedro Tajabor, Arcediano de Plasencia, y a todos los placentinos a que se sometan a la autoridad del Obispo de Ávila.
El 1 de Junio de 1190 Alfonso VIII hace una donación a la Orden de San Juan de Jerusalén, en la que firma Bricio, como Obispo de Plasencia. Por lo tanto, la bula pontificia de Clemente III debe ser posterior a Junio de 1188 y anterior al mismo mes de 1190.
En consecuencia, como el Privilegio fundacional de la ciudad es concedido por Alfonso VIII el 8 de Marzo de 1189 (el 1227 de la Era Hispánica) -y allí no se habla de que sea sede episcopal- parece lógico pensar que el documento pontificio debe ser muy poco posterior al fundacional del monarca. En resumen, se puede asegurar, casi con absoluta certeza histórica, que la Diócesis de Plasencia comienza a existir en 1189.
En 1989 la diócesis conmemoró el VIII Centenario de su creación, bajo el lema: «Por una Iglesia diocesana fiel al Evangelio y a los hombres de hoy».
En este momento, el día de Pentecostés, 15 de Mayo de 2005, ha sido solemnemente clausurado el «X Sínodo Diocesano», desde el que se pretende la revitalización de la fe y de la vida cristiana de todos los fieles, a la luz del evangelio, del Vaticano II y del Magisterio de la Iglesia, aplicando en nuestra Iglesia Particular las orientaciones de la Carta Apostólica «Novo Millenium leunte» disponiéndola a una más adecuada presencia y acción evangelizadora del hombre y del mundo de hoy.
Su actual Obispo es Monseñor Ernesto Jesús Brotons Tena ordenado el 15 de octubre del 2022. Biografía
Nace en Trujillo, hijo Marceliano de Dios Vivas y de Matilde Nogales
Nace en Plasencia.
Ordenado Presbítero a título de capellanía: desempeñó por espacio de ocho años el cargo de ecónomo de la San Nicolás de Plasencia, estuvo encargado durante algún tiempo de las parroquias de San Esteban y San Juan.
Presbítero ecónomo de la parroquia de San Martín de Plasencia.
Nació en Béjar, fue el segundo Obispo de Plasencia desde 1212 hasta 1232
Fue el noveno Obispo de Plasencia desde 1295 hasta 1326
Auditor de guerra y juez de primera instancia de Béjar
Nace en Becedillas, hijo de Vitorio Domínguez y de Cándida Tomé
Nace en San Vicente de Alcántara
Nace en Casatejada, hijo de Juan Domínguez y de Teresa Gómez
Profesor del seminario conciliar
Nace en Romangordo, hijo de Juan Domínguez y de Ignacia González
Contador de rentas decimales de Plasencia y su partido
Canónigo magistral de la Catedral de Santa María de Plasencia
Nace en Brozas, hijo de Andrés Jiménez y de María Hernández
Nace en Mansilla de las Mulas ( León ), hijo de José Domínguez y de María Antonia Puente
Nace en Garrovillas de Alconétar, hijo de Antonio Domínguez y de Salomé Sánchez
Párroco de Monroy en 1868
Escribano público de Puerto de Béjar
Nace en Campanario
Nace en Don Benito, hijo de Andrés Donoso y de Josefa Sánchez, bautizado el 28 de septiembre de 1851 en la Iglesia de Santiago Apóstol de Don Benito
Nace en Don Benito, hijo de Juan Dorado Cabezas y de María Mesa
Nace en Aldeanueva del Campo, hijo de Alonso Dorado y de Catalina Lorenzo
Nace en Don Benito, hijo de Juan Dorado Cabezas y de María Mesa
Nace en Don Benito, hijo de Juan Dorado Cabezas y de María Mesa
Nace en Cabezuela del Valle, hijo de Juan Dorado y de Magdalena
Nace en Béjar, hijo de Pedro Dorantes y de María Salvaleón
Nace en Béjar, hijo de Alejandro Dueñas y de Aurea Dueñas
Nace en Béjar, hijo de Augusto Duprado y de Adelfa Méndez
Nace en Béjar, hijo de Augusto Duprado y de Adelfa Méndez
Nace en Berzocan, hijo de Fernando Durán y de María González
Nace en Cristina, hijo de Antonio Durán y de Catalina Ruiz
Nace en Garrovillas de Alconétar
Nace en Ondarroa ( Vizcaya )
Canónigo doctoral de la Catedral de Santa María de Plasencia
Provisor y Vicario General, además de Canónigo Lectoral de Sagrada Escritura de la Catedral de Santa María de Plasencia
Notario eclesiástico
Párroco de San Bartolomé de Béjar.
Nace en Jaraiz de la Vera, hijo de Andrés Enciso y de Petra Parrales
Nació en Vélez-Málaga, fue el cuadragésimo cuarto Obispo de Plasencia desde el 28 de enero de 1664 hasta el 19 de noviembre de 1664 cuando fue trasladado a Málaga, habiéndolo sido anteriormente del de Osma-Soria
Nació en Valladolid, fue el trigésimo quinto Obispo de Plasencia desde 21 de junio de 1610 hasta 21 de enero de 1622 y también de Osma
Escribano de Romangordo.
La leyenda relata que unos peregrinos camino de Guadalupe, a punto de morir de sed, se les apareció una mujer envuelta en un halo de misterio y paz. Siguiendo sus instrucciones cavaron y apareció una fuente que les salvo de morir de sed. Esta mujer era la Virgen de Fuente Santa, patrona de Zorita y su comarca, venerada en el mismo sitio que ocurrió el milagro.
La ermita fue restaurada en el siglo XVI pero debió existir desde la Alta Edad Media como atalaya vigía de la población por este lado.
El origen institucional de la ermita lo podemos encontrar en el acuerdo del Concejo de Trujillo de 1531, el cual determino que la imagen de la Virgen con el niño, se colocase entre las dos torres del castillo, cumpliendo así con la venerable leyenda según la cual la Virgen se apareció con el Niño en sus brazos entre dos torres de la muralla, y gracias a ella se reconquistó la ciudadela.
Aunque para encontrar el origen de su devoción nos tenemos que retomar a 1233, un ejército formado por fuerzas de las Órdenes Militares y del Obispo de Plasencia puso sitio a la ciudad de Trujillo en ese entonces ocupada por los musulmanes. Finalmente, el 25 de enero de ese año, según la tradición, la Santísima. Virgen de la Victoria se apareció sobre los muros de la ciudad medieval de Trujillo (en el lugar llamado El Arco del Triunfo) anticipándole a los soldados el resultado de la batalla. Esto propició que ese día un grupo de aguerridos soldados cristianos encabezados por Fernán Ruíz reconquistaran definitivamente la villa pasando a pertenecer la ciudad a la Corona de Castilla durante el reinado de Fernando III.
La imagen de la Santísima. Virgen María de la Victoria que se venera actualmente en el castillo (Alcazaba de Trujillo) tomó su nombre en 1531 (hasta entonces llamada Santa María o la Asunción de Ntra. Señora), fecha en que fue tallada en piedra berroqueña por Diego Durán, y pintada y dorada seguidamente por Juan Notario y Antón Torino, entre los meses de Junio a Octubre de ese año.
La primera capilla para venerar la Virgen y poder celebrar misa se construye en los muros de la fortaleza entre los años 1546 y 1548. Una vez más, en 1583, la imagen se retoca y perfecciona disminuyendo un poco su tamaño por obra de Juanes de la Fuente, y se vuelve a pintar y dorar en Abril de 1584 por Juan Sánchez.
Más tarde, en 1912 la imagen adquirió su forma definitiva, quitándole la policromía y saneando la piedra hasta que finalmente, el 18 de Octubre de 1953, en un acto multitudinario en la Plaza Mayor de la ciudad, fue coronada canónicamente por el Nuncio de Su Santidad Monseñor Cicognani, siendo Obispo de la Diócesis de Plasencia Juan Pedro Zarranz y Pueyo
Construida en el siglo XV. Según viejas tradiciones, en tiempos de la Reconquista, en el siglo X, las huestes del rey leonés Ramiro II establecieron una dura batalla contra los musulmanes, que pusieron en graves aprietos a los combatientes cristianos.
Sería la Virgen quien diera la noticia de victoria tan milagrosa a los adalides cristianos y, por eso, decidieron construir en el lugar donde se encontraban acampados una ermita a la Virgen de la Nueva (la buena noticia) a cuya imagen veneran los pueblos de Solana, La Zarza y Los Mazalino
Anexionada la parroquia a la que pertenece a la Diócesis de Ávila en 1959 dejando de pertenecer desde entones a la Diócesis de Plasencia
En Madroñera, la ermita Vieja está dedicada a la Virgen de Soterraña, patrona del pueblo. Cuenta la leyenda popular que entre los años 1500 y 1600 se apareció la Virgen en una roca, que se encuentra frente a la ermita, a un pastor que andaba por esas tierras aún despobladas. Una fuerte tormenta de nieve y granizo le sorprendió. En medio del fragor de la tempestad se puso a rezar a la Virgen, pidiéndole auxilio y protección. Según dicen, Ella acudió en su ayuda ofreciéndole refugio en una cueva próxima. Es tradición llevarse del lugar un trocito de pizarra y tirarlo al tejado como protección contra las tormentas.
Su construcción es de finales del siglo XVIII
En ellas se venera la imagen de la Virgen del Consuelo, patrona de la villa.
Pequeña ermita del siglo XVII-XVIII situada en las afueras de la localidad.
Comenzó a construirse en 1740 en honor a la Virgen de la Concepción, patrona de Piornal, cuya talla, desde entonces habita en este templo, data del mismo siglo y se inauguró en 1743
La ermita fue construida en torno a 1274, según consta inscrito en el intradós del salmer derecho de la portada. Su reforma más importante tuvo lugar entre 1525 y 1529, para reemplazar la cubierta medieval de madera por una bóveda de ladrillo, con el consiguiente refuerzo de los muros sobre los que se apoyaba.
La ermita quedó en desuso a partir de 1687, cuando un sínodo de la diócesis de Plasencia restringió a casos de urgentísima necesidad la celebración de procesiones a ermitas que distasen más de media legua de las localidades a las que perteneciesen. La ermita fue destruida por las tropas napoleónicas en 1809 y quedó desde entonces en ruinas