El santuario alberga La Virgen del Castañar que es la patrona de Béjar y su comarca. Los orígenes de su culto mariano se remontan al año 1446, fecha en la que, de manera milagrosa, es hallada su imagen enterrada a los pies de un frondoso castaño en el monte Castañar por unos pastores, Joaquín López e Isabel Sánchez, del vecino pueblo de La Garganta, en un momento en que una feroz epidemia de peste asolaba el alfoz. Las narraciones legadas sobre el milagro cuentan que la enfermedad infecciosa cesó en el instante en que los bejaranos acudieron en masa para postrarse ante la Virgen, por lo que su advocación se vinculó a la sanación, en particular de pestes y epidemias.
Pronto se iniciarían la construcción de una modesta ermita en el mismo lugar del hallazgo, cuyas obras se prolongarán a lo largo de los siglos hasta convertirse en el santuario que actualmente conocemos y, adyacente al templo, una casa para que residiera en ella un ermitaño o vigilante.
Durante cuatrocientos años, esto es, hasta la llegada de la comunidad franciscana en 1899, la ermita permaneció aislada de la población y expuesta a posibles saqueos. El miedo a perder el dominio sobre el culto mariano motivó la fundación de la Cofradía de la Virgen del Castañar encargada de mediar en su culto junto a los clérigos de la villa organizados en un Cabildo Eclesiástico desde la Edad Media
A partir de 1946 son custodios de la Virgen los padres Teatinos, como, con anterioridad lo fueron los franciscanos.
Se construyo en el siglo XVI en honor al Santo Cristo de la Vera Cruz que, según la tradición, se construyó como alivio espiritual y físico para los peregrinos que transitaban hacia Guadalupe.
Según la fecha grabada en la espadaña de la ermita, esta se terminaría de construir en 1711 y se edificó enfrente de la cruz de término que, como es habitual, se situaba a la entrada del pueblo, viniendo de Plasencia.
La Iglesia de Santiago fue construida entre los siglos XV y XVI, y siempre ha estado vinculada a los peregrinos del Camino de Santiago. Aunque la Vía de la Plata no pasa por la ciudad porque se fundó más tarde, juega un papel destacado en el Camino de Santiago, ya que los peregrinos medievales pasaban por aquí para obtener cobijo y provisiones en sus muchos hospitales de beneficencia, antes de proseguir la ruta por los montes de Béjar.
Nació como parroquia de Santiago, y una imagen del santo como peregrino labrada en roca puede verse en su fachada, en la actualidad se la conoce por la del Cristo de las Batallas ya que esta imagen es la que se venera en su interior, y que fue trasladada de la anterior Ermita de la Cruz, actualmente Parroquia de Santa Elena.
Ante esta imagen es la que las tropas placentinas, cuando eran llamadas por el Rey a luchar contra los moros, se arrodillaban, juraban cumplir con su deber y se ponían bajo su protección.
En la actualidad depende canónicamente de la Parroquia de San Pedro.
Su construcción data del siglo XV y probablemente se construyó como alivio espiritual y físico de los peregrinos en su entrada en el pueblo. Fue rehabilitada hace unos años por la Asociación Cultural de Mujeres de Logrosán
Se trata dе una ermita dе estilo románico qυe data dеl siglo XIII.
La ermita fue construida en el siglo XVIII, en el año 1760, γ está dedicada α San Sebastián
El templo fue construido en 1498 fuera del casco urbano para albergar un lazareto. Con el tiempo, el edificio se convirtió en un oratorio dedicado al Cristo de la Salud, considerado patrón de la ciudad junto a la Virgen de la Victoria.
Se construyo para albergar a la "Cofradía de San Lázaro y de San Blas", una cofradía que existía con anterioridad al propio edificio y cuya membresía estuvo sometida a estatutos de limpieza de sangre. El lugar elegido, situado entonces fuera de la ciudad, se debía a que el edificio fue construido como lazareto para evitar que los enfermos de peste tuvieran que albergarse en los hospitales de la ciudad.
Se conoce su existencia desde principios del siglo XVI y desapareció en la Guerra de Independencia
Construida entre el siglo XVII y XVIII de estilo barroco, sufrió el saqueo de las tropas francesas entre 1809 y 1810
Levantada en el siglo XVIII sobre los restos de una antigua construcción defensiva, cuenta la tradición que la Virgen se le apareció a un cabrero de la localidad, indicándole el lugar en el que se hallaba oculta su imagen y pidiéndole que allí levantaran una ermita
La ermita de la Virgen Tebas es una construcción popular del siglo XVI, restaurada en 1980.
La Ermita de Nuestra Señora de Peñas Albas es una construcción religiosa de arquitectura exterior muy sobria, perteneciente al estilo barroco del siglo XVIII. Está bien considerada en el municipio tanto por su riqueza artística, como por la devoción que sus gentes procesan hacía la patrona: La Virgen de Peñas Albas. Destaca en su interior el retablo, la propia imagen de la Virgen y las pinturas de la bóveda en las que se ve representada la Inmaculada Concepción, el desposorio de San Joaquín y Santa Ana y el nacimiento de la Virgen.
Las primeras noticias que hay sobre la ermita es una provisión real de 1528 para la finalización de su construcción, dicha ermita primitiva fue destruida en 1685 por un incendio. La nueva ermita ya se había construido en 1686 y el 18 de agosto se colocó la nueva imagen en la nueva ermita.
En 1809 volvió a ser destruida con motivo de la ocupación francesa y la imagen trasladada. Finalmente en 1989 se vuelve a constituir la Hermandad de la Virgen de la Piedad y construye una nueva ermita
La ermita fue construida en torno a 1274, según consta inscrito en el intradós del salmer derecho de la portada. Su reforma más importante tuvo lugar entre 1525 y 1529, para reemplazar la cubierta medieval de madera por una bóveda de ladrillo, con el consiguiente refuerzo de los muros sobre los que se apoyaba.
La ermita quedó en desuso a partir de 1687, cuando un sínodo de la diócesis de Plasencia restringió a casos de urgentísima necesidad la celebración de procesiones a ermitas que distasen más de media legua de las localidades a las que perteneciesen. La ermita fue destruida por las tropas napoleónicas en 1809 y quedó desde entonces en ruinas
Comenzó a construirse en 1740 en honor a la Virgen de la Concepción, patrona de Piornal, cuya talla, desde entonces habita en este templo, data del mismo siglo y se inauguró en 1743
Pequeña ermita del siglo XVII-XVIII situada en las afueras de la localidad.
En ellas se venera la imagen de la Virgen del Consuelo, patrona de la villa.
En Madroñera, la ermita Vieja está dedicada a la Virgen de Soterraña, patrona del pueblo. Cuenta la leyenda popular que entre los años 1500 y 1600 se apareció la Virgen en una roca, que se encuentra frente a la ermita, a un pastor que andaba por esas tierras aún despobladas. Una fuerte tormenta de nieve y granizo le sorprendió. En medio del fragor de la tempestad se puso a rezar a la Virgen, pidiéndole auxilio y protección. Según dicen, Ella acudió en su ayuda ofreciéndole refugio en una cueva próxima. Es tradición llevarse del lugar un trocito de pizarra y tirarlo al tejado como protección contra las tormentas.
Su construcción es de finales del siglo XVIII
El origen institucional de la ermita lo podemos encontrar en el acuerdo del Concejo de Trujillo de 1531, el cual determino que la imagen de la Virgen con el niño, se colocase entre las dos torres del castillo, cumpliendo así con la venerable leyenda según la cual la Virgen se apareció con el Niño en sus brazos entre dos torres de la muralla, y gracias a ella se reconquistó la ciudadela.
Aunque para encontrar el origen de su devoción nos tenemos que retomar a 1233, un ejército formado por fuerzas de las Órdenes Militares y del Obispo de Plasencia puso sitio a la ciudad de Trujillo en ese entonces ocupada por los musulmanes. Finalmente, el 25 de enero de ese año, según la tradición, la Santísima. Virgen de la Victoria se apareció sobre los muros de la ciudad medieval de Trujillo (en el lugar llamado El Arco del Triunfo) anticipándole a los soldados el resultado de la batalla. Esto propició que ese día un grupo de aguerridos soldados cristianos encabezados por Fernán Ruíz reconquistaran definitivamente la villa pasando a pertenecer la ciudad a la Corona de Castilla durante el reinado de Fernando III.
La imagen de la Santísima. Virgen María de la Victoria que se venera actualmente en el castillo (Alcazaba de Trujillo) tomó su nombre en 1531 (hasta entonces llamada Santa María o la Asunción de Ntra. Señora), fecha en que fue tallada en piedra berroqueña por Diego Durán, y pintada y dorada seguidamente por Juan Notario y Antón Torino, entre los meses de Junio a Octubre de ese año.
La primera capilla para venerar la Virgen y poder celebrar misa se construye en los muros de la fortaleza entre los años 1546 y 1548. Una vez más, en 1583, la imagen se retoca y perfecciona disminuyendo un poco su tamaño por obra de Juanes de la Fuente, y se vuelve a pintar y dorar en Abril de 1584 por Juan Sánchez.
Más tarde, en 1912 la imagen adquirió su forma definitiva, quitándole la policromía y saneando la piedra hasta que finalmente, el 18 de Octubre de 1953, en un acto multitudinario en la Plaza Mayor de la ciudad, fue coronada canónicamente por el Nuncio de Su Santidad Monseñor Cicognani, siendo Obispo de la Diócesis de Plasencia Juan Pedro Zarranz y Pueyo
La ermita fue restaurada en el siglo XVI pero debió existir desde la Alta Edad Media como atalaya vigía de la población por este lado.
La leyenda relata que unos peregrinos camino de Guadalupe, a punto de morir de sed, se les apareció una mujer envuelta en un halo de misterio y paz. Siguiendo sus instrucciones cavaron y apareció una fuente que les salvo de morir de sed. Esta mujer era la Virgen de Fuente Santa, patrona de Zorita y su comarca, venerada en el mismo sitio que ocurrió el milagro.