Liturgia
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Realizada por el ministro del Colegio fray Antonio de San Adrían por mandato del Juez Apostólico Agustín Collantes de Aragón para el pago del impuesto extraordinario del 8% a Felipe V.
Incluye las producciones agricolas por lugares, ganaderas, de censos, gastos por lugares y cargas de misas y otras funciones
La documentación que conforma esta serie tiene el objetivo de controlar y aprobar la contabilidad de cada parroquia por la autoridad competente de la Diócesis, ya fuera el Obispo o el Vicario General.
El envío de las cuentas de cada parroquia se originó por el cumplimiento de las diversas circulares de los correspondientes Obispos demandándolas, y comprendían varios años. Posteriormente su procedimiento se fue regularizando y su envío era anual para su aprobación, salvo en casos excepcionales.
Se componen de las propias cuentas, que son una copia de las que se registran en las del libro de fábrica de cada parroquia, divididas, en un principio, en cargo y data y posteriormente en ingresos y gastos, su periodicidad suele ser anual. A partir de 1901 incluyen una copia del decreto de aprobación por parte del Obispo, posteriormente se aprobaban con la fecha y el sello del Obispado. Desde 1940 se normalizan por medio de un modelo impreso para todas las parroquias.
Otra de las tipologías que componen la serie son los originales de los justificantes, recibos y facturas anuales de las propias cuentas.
En el siglo XIX incluyen los aranceles de los servicios que prestaba la parroquia.
También incluyen a veces gastos extraordinarios como arreglos de los templos con el presupuesto, autorización y documentación contractual.
Los libros de Fábrica recogen exclusivamente aquellos elementos patrimoniales capaces de generar recursos, así como los pagos que conllevan la construcción y mantenimiento del templo y la realización de los oficios divinos en su interior.
La documentación que conforma esta serie tiene el objetivo de controlar y aprobar la contabilidad de cada parroquia por la autoridad competente de la Diócesis, ya fuera el Obispo o el Vicario General.
El envío de las cuentas de cada parroquia se originó por el cumplimiento de las diversas circulares de los correspondientes Obispos demandándolas, y comprendían varios años. Posteriormente su procedimiento se fue regularizando y su envío era anual para su aprobación, salvo en casos excepcionales.
Se componen de las propias cuentas, que son una copia de las que se registran en las del libro de fábrica de cada parroquia, divididas, en un principio, en cargo y data y posteriormente en ingresos y gastos, su periodicidad suele ser anual. A partir de 1901 incluyen una copia del decreto de aprobación por parte del Obispo, posteriormente se aprobaban con la fecha y el sello del Obispado. Desde 1940 se normalizan por medio de un modelo impreso para todas las parroquias.
Otra de las tipologías que componen la serie son los originales de los justificantes, recibos y facturas anuales de las propias cuentas.
En el siglo XIX incluyen los aranceles de los servicios que prestaba la parroquia.
También incluyen a veces gastos extraordinarios como arreglos de los templos con el presupuesto, autorización y documentación contractual.
Relación de los bienes de la iglesia de la parroquia entregados por el mayordomo de fábrica Francisco Ramos Collazo a Manuel Sánchez de Marcos, siendo notario receptor José Serrano Álvarez
La documentación que conforma esta serie tiene el objetivo de controlar y aprobar la contabilidad de cada parroquia por la autoridad competente de la Diócesis, ya fuera el Obispo o el Vicario General.
El envío de las cuentas de cada parroquia se originó por el cumplimiento de las diversas circulares de los correspondientes Obispos demandándolas, y comprendían varios años. Posteriormente su procedimiento se fue regularizando y su envío era anual para su aprobación, salvo en casos excepcionales.
Se componen de las propias cuentas, que son una copia de las que se registran en las del libro de fábrica de cada parroquia, divididas, en un principio, en cargo y data y posteriormente en ingresos y gastos, su periodicidad suele ser anual. A partir de 1901 incluyen una copia del decreto de aprobación por parte del Obispo, posteriormente se aprobaban con la fecha y el sello del Obispado. Desde 1940 se normalizan por medio de un modelo impreso para todas las parroquias.
Otra de las tipologías que componen la serie son los originales de los justificantes, recibos y facturas anuales de las propias cuentas.
En el siglo XIX incluyen los aranceles de los servicios que prestaba la parroquia.
También incluyen a veces gastos extraordinarios como arreglos de los templos con el presupuesto, autorización y documentación contractual.
Razones de porque dejaron de predicar, confesar y pedir limosna habiéndolo hecho desde 1685 continuando con los vicarios Francisco Sánchez de la Torre y Juan de Monroy, su sucesor.
Contiene:
- Pleito con sentencia del 9 de julio de 1682 por el provisor y vicario general Francisco de Eleyzalde Villegas de la Diócesis de Plasencia que notifica al cura de la Parroquia de Santa María de la Asunción de Aguas Vivas de Hervás Juan Muñoz, a su beneficiado el presbítero Juan Pérez de Aguilar, a su sacristán Diego de Soria y a su hermano Baltasar por la demanda presentada por el Colegio el 20 de octubre de 1681 por haberles quitado los notificados las ofrendas en el funeral del entierro de María García, firmado por el provisor y el notario eclesiástico el mandamiento de cumplimiento el 14 de octubre de 1682
- Diligencias de lectura y notificación del notario apostólico Juan López de Hontiveros Tostado al presbítero Gabriel Sánchez, testamentario de Juan Muñoz, al beneficiado Juan Muñoz de Aguilar, al teniente beneficiado Luis Sánchez, al presbítero y teniente de cura Francisco Sánchez Muñoz y al sacristán Baltasar de Soria el 26 de octubre de 1682, firmadas por el notario y los notificados
- "Manifiesto en q[ue]se declara, como no tienen [...] los sacerdotes de esta Parroquia del lug[ar] de Herbas, en algunas novedades volunta[ades] que introducen contra el Conv[ento] de la S[antísima] Trin[idad] de Descalzos q[ue] esta en d[erec]ho
- Manifiesto con resumen final del Colegio sobre dederecho a las ofrendas. Incluye otra copia
- "Manifiesto en que con claridad, se prueva que este Con[vento] de Trinitarios Descalzos del lugar de Hervas, no deve a la Parroch[ia] de d[ic]ho lugar, ni a otra Ig[lesi]a, alguna, la porcion canónica, o quarta fun[eral], por el deposito del Il[ustrísimo] S[eño]r D[on] Ju[an] Francisco de los Herreros, y Jarava Obispo que fue de Plas[encia]". Incluye otra copia
La documentación que conforma esta serie tiene el objetivo de controlar y aprobar la contabilidad de cada parroquia por la autoridad competente de la Diócesis, ya fuera el Obispo o el Vicario General.
El envío de las cuentas de cada parroquia se originó por el cumplimiento de las diversas circulares de los correspondientes Obispos demandándolas, y comprendían varios años. Posteriormente su procedimiento se fue regularizando y su envío era anual para su aprobación, salvo en casos excepcionales.
Se componen de las propias cuentas, que son una copia de las que se registran en las del libro de fábrica de cada parroquia, divididas, en un principio, en cargo y data y posteriormente en ingresos y gastos, su periodicidad suele ser anual. A partir de 1901 incluyen una copia del decreto de aprobación por parte del Obispo, posteriormente se aprobaban con la fecha y el sello del Obispado. Desde 1940 se normalizan por medio de un modelo impreso para todas las parroquias.
Otra de las tipologías que componen la serie son los originales de los justificantes, recibos y facturas anuales de las propias cuentas.
En el siglo XIX incluyen los aranceles de los servicios que prestaba la parroquia.
También incluyen a veces gastos extraordinarios como arreglos de los templos con el presupuesto, autorización y documentación contractual.
La documentación que conforma esta serie tiene el objetivo de controlar y aprobar la contabilidad de cada parroquia por la autoridad competente de la Diócesis, ya fuera el Obispo o el Vicario General.
El envío de las cuentas de cada parroquia se originó por el cumplimiento de las diversas circulares de los correspondientes Obispos demandándolas, y comprendían varios años. Posteriormente su procedimiento se fue regularizando y su envío era anual para su aprobación, salvo en casos excepcionales.
Se componen de las propias cuentas, que son una copia de las que se registran en las del libro de fábrica de cada parroquia, divididas, en un principio, en cargo y data y posteriormente en ingresos y gastos, su periodicidad suele ser anual. A partir de 1901 incluyen una copia del decreto de aprobación por parte del Obispo, posteriormente se aprobaban con la fecha y el sello del Obispado. Desde 1940 se normalizan por medio de un modelo impreso para todas las parroquias.
Otra de las tipologías que componen la serie son los originales de los justificantes, recibos y facturas anuales de las propias cuentas.
En el siglo XIX incluyen los aranceles de los servicios que prestaba la parroquia.
También incluyen a veces gastos extraordinarios como arreglos de los templos con el presupuesto, autorización y documentación contractual.
La documentación que conforma esta serie tiene el objetivo de controlar y aprobar la contabilidad de cada parroquia por la autoridad competente de la Diócesis, ya fuera el Obispo o el Vicario General.
El envío de las cuentas de cada parroquia se originó por el cumplimiento de las diversas circulares de los correspondientes Obispos demandándolas, y comprendían varios años. Posteriormente su procedimiento se fue regularizando y su envío era anual para su aprobación, salvo en casos excepcionales.
Se componen de las propias cuentas, que son una copia de las que se registran en las del libro de fábrica de cada parroquia, divididas, en un principio, en cargo y data y posteriormente en ingresos y gastos, su periodicidad suele ser anual. A partir de 1901 incluyen una copia del decreto de aprobación por parte del Obispo, posteriormente se aprobaban con la fecha y el sello del Obispado. Desde 1940 se normalizan por medio de un modelo impreso para todas las parroquias.
Otra de las tipologías que componen la serie son los originales de los justificantes, recibos y facturas anuales de las propias cuentas.
En el siglo XIX incluyen los aranceles de los servicios que prestaba la parroquia.
También incluyen a veces gastos extraordinarios como arreglos de los templos con el presupuesto, autorización y documentación contractual.
Justificación anual de ingresos y gastos de la Ermita
Autos del enterramiento en el Colegio por mandamiento del Vicario Juez de Béjar Manuel Gil y Zúñiga y a petición del procurador del Colegio, al no poder testar la fallecida antes de su muerte y no haber presentado alegaciones el cura párroco de la Parroquia de Santa María de la Asunción de Aguas Vivas de Hervás, Juan Gerónimo Sánchez. Notificado y tramitado por el notario apostólico Tomas Gil
La documentación que conforma esta serie tiene el objetivo de controlar y aprobar la contabilidad de cada parroquia por la autoridad competente de la Diócesis, ya fuera el Obispo o el Vicario General.
El envío de las cuentas de cada parroquia se originó por el cumplimiento de las diversas circulares de los correspondientes Obispos demandándolas, y comprendían varios años. Posteriormente su procedimiento se fue regularizando y su envío era anual para su aprobación, salvo en casos excepcionales.
Se componen de las propias cuentas, que son una copia de las que se registran en las del libro de fábrica de cada parroquia, divididas, en un principio, en cargo y data y posteriormente en ingresos y gastos, su periodicidad suele ser anual. A partir de 1901 incluyen una copia del decreto de aprobación por parte del Obispo, posteriormente se aprobaban con la fecha y el sello del Obispado. Desde 1940 se normalizan por medio de un modelo impreso para todas las parroquias.
Otra de las tipologías que componen la serie son los originales de los justificantes, recibos y facturas anuales de las propias cuentas.
En el siglo XIX incluyen los aranceles de los servicios que prestaba la parroquia.
También incluyen a veces gastos extraordinarios como arreglos de los templos con el presupuesto, autorización y documentación contractual.
Los libros de Fábrica recogen exclusivamente aquellos elementos patrimoniales capaces de generar recursos, así como los pagos que conllevan la construcción y mantenimiento del templo y la realización de los oficios divinos en su interior.
La documentación que conforma esta serie tiene el objetivo de controlar y aprobar la contabilidad de cada parroquia por la autoridad competente de la Diócesis, ya fuera el Obispo o el Vicario General.
El envío de las cuentas de cada parroquia se originó por el cumplimiento de las diversas circulares de los correspondientes Obispos demandándolas, y comprendían varios años. Posteriormente su procedimiento se fue regularizando y su envío era anual para su aprobación, salvo en casos excepcionales.
Se componen de las propias cuentas, que son una copia de las que se registran en las del libro de fábrica de cada parroquia, divididas, en un principio, en cargo y data y posteriormente en ingresos y gastos, su periodicidad suele ser anual. A partir de 1901 incluyen una copia del decreto de aprobación por parte del Obispo, posteriormente se aprobaban con la fecha y el sello del Obispado. Desde 1940 se normalizan por medio de un modelo impreso para todas las parroquias.
Otra de las tipologías que componen la serie son los originales de los justificantes, recibos y facturas anuales de las propias cuentas.
En el siglo XIX incluyen los aranceles de los servicios que prestaba la parroquia.
También incluyen a veces gastos extraordinarios como arreglos de los templos con el presupuesto, autorización y documentación contractual.
Decreto firmado en Béjar por el Obispo a petición del Colegio para resolver que le den vela también a los religiosos legos que acompañan a la comunidad en las profesiones de los aniversarios generales de la Cofradía de Ánimas de Hervás, y que cada cofrade de la Cofradía de Nuestra Señora de Hervás, conocida como la del Voto, decida libremente en la misa por su fallecimiento el religioso o sacerdote que la celebre.
Incluye diligencias de notificación y lectura en Hervás del notario apostólico, Tomas Gil al cura de Hervás Juan Gerardo Sánchez, al ministro del Colegio Fernando de San Eugenio y al resto de interesados
Justificación anual de los ingresos y gastos de la ermita